La coeducación&: Dos sexos en un solo mundo

MÓDULO 2: NOMBRAR A AMBOS SEXOS

EL LENGUAJE EDUCA

Generalmente, cuando se habla del lenguaje en las escuelas se hace referencia a la habilidad que debe conseguir el alumnado para  manejar una determinada lengua a la perfección, reconociendo sus estructuras, teniendo un vocabulario extenso y sabiendo expresarse correctamente. Te invitamos a ir más allá, y te proponemos  que chicos y chicas aprendan a nombrar amplia y correctamente el mundo que les rodea poniendo palabras a lo que hacen las mujeres y a lo que hacen los hombres.

Nuestro alumnado va al colegio y al instituto para dotarse de herramientas que le permitan entender este mundo y estar en él siendo una mujer o siendo un hombre. Desde ahí, no se trata sólo de entenderlo sino, en la medida que sientan la necesidad, de encontrar el modo de modificarlo.

La lengua, las palabras, juegan un papel primordial en la transformación y creación del mundo en el que vivimos. Lo hemos visto claramente en la historia, cuando se  han puesto palabras a diversas realidades que, aunque existían, no habían sido nombradas y, por tanto, habían sido ocultadas.

Las palabras juegan un papel primordial en la creación y transformación del mundo en el que vivimos

Las palabras juegan un papel primordial en la creación y transformación del mundo en el que vivimos

Por todo ello, es interesante que el alumnado conozca que tiene en sus manos más que un instrumento un tesoro que no se agota, el lenguaje, cuya utilización le permite reconocer su realidad, la de otros y otras y dar existencia simbólica a nuevas formas de hacer, pensar o existir. Carlos Lomas  dice que: “La educación debería contribuir a evitar cualquier forma de discriminación por razón de sexo, grupo social, origen étnico, raza o creencia. En este contexto, urge una educación lingüística que fomente los conocimientos, las habilidades y las actitudes que hacen posible el aprendizaje de una ética lingüística que evite el influjo de los prejuicios culturales, los estereotipos sociales y sexuales y las inercias expresivas en las maneras de hablar y de escribir de las personas. De esta manera la educación contribuirá a una mayor conciencia en torno a las desigualdades sociales que se construyen a partir de la diferencia cultural y sexual y a alimentar la esperanza de que otro mundo es posible y deseable1 .


1 Carlos Lomas: El derecho a las palabras y la igualdad entre hombres y mujeres, en  educastur.princast.es/proyectos/coeduca/?page_id=103)