RELATIVIZAR Y DISFRUTAR
Cuando el deporte y la actividad física tienen como único fin ganar o perder, el hecho educativo asociado a la actividad puede fácilmente derivar en la frustración de aprender que por mucho que te esfuerces, tu trabajo puede llegar a no valer nada, o que simplemente un golpe de suerte puede ser capaz de anular o tirar por tierra el esfuerzo y la ilusión de muchos días. Este comentario no quiere anular el hecho de la competición, pero si ahondar un poco en el sentido que damos a la misma.
Imagina un grupo de niños y niñas jugando al “escondite”. Más allá de conseguir encontrar a quienes se esconden o de no dejarse ver o pillar ¿qué ha pasado durante el juego? ¿Lo han pasado bien? ¿Han respetado los roles de cada grupo?
Figúrate a un grupo de niños y niñas que juegan a la comba. Cuando alguien “hace malas” tiene que salirse de la fila y “dar cuerda”. Aunque fastidia fallar ¿este es un hecho que invalida o quienes juegan consideran que fallar es una parte más del juego y lo asumen como tal, sin discusiones?
Muchos juegos y una buena parte de los deportes, sobre todo si son de equipo, conllevan el ganar o el perder. Sin embargo, como has visto a través de las anteriores observaciones, la mayoría de los niños y las niñas, a través del juego tienen la oportunidad de relativizar y de comprobar que independientemente de quien gane, han disfrutado durante el juego; es decir han dado una mayor importancia al proceso que al resultado final. En la mayoría de los casos consideran que “perder” o “hacer malas” es una oportunidad para volver a empezar; lo consideran un ensayo repetitivo a través del cual van consiguiendo logros. Piensa un momento en diferentes juegos en los que el hecho de ganar o de perder es lo de menos:
- Cuando jugábamos a la cuerda o a la goma, si hacías “malas” te tenías que “poner”, pero no pasaba nada; al cabo del rato salías otra vez y lo volvías a intentar.
- Cuando jugábamos a “pies quietos,” quien mejor lo pasaba era quien se la ligaba.
- Cuando juegas a “saltar al burro” nadie hace malas, nadie pierde, todo el mundo salta como puede y todo el mundo “se pone” cuando le toca.
- En gatos y ratones hay un gato que cuando coge a un ratón éste se convierte en gato; al final todos los ratones tienen que ser gatos.
Existen multitud de juegos en los que lo importante es disfrutar durante el proceso independientemente del resultado final.
Fuente: www.ipagirre.org
El problema se presenta en aquellos casos en que el hecho de ganar o a veces simplemente de destacar se convierte en lo más importante; cuando esto ocurre:
- El resto de las personas se convierten en rivales y dejan de ser compañeros o compañeras.
- Sólo se disfruta por el hecho de ganar, el resto no se tiene en cuenta.
- El sufrimiento puede ser inmenso cuando no se consigue el premio final.
- Si alguien tiene errores en el juego se le insulta o es motivo de risas para el resto.
Por el contrario disfrutar tanto en el deporte como en el juego implica:
- Sobre todo reír y pasarlo bien mientras se aprende.
- Relativizar el hecho de ganar, pero también el de perder.
- Está bien percibir la competición como querer ganar, pero sabiendo que el resto de personas o equipos que participan también lo quieren.
Disfrutar con el deporte supone pasarlo bien y relativizar el hecho de ganar o perder.
Autor: Martín Gallego.
Por ello, es interesante que estemos pendientes de:
- Potenciar los juegos espontáneos que implican colaboración en grupo, o aquellos en los que no se elimina a quien juega, sino que cambia su rol (de gato a ratón, de “pillado a pillar”).
- Evitar siempre, en todos los casos la violencia.
- Intervenir en el juego de nuestro alumnado cuando sea necesario para que se convierta en un elemento integrador.
En el módulo “Sensibilización para la coeducación” del Programa Buenos tratos (Consejería de juventud, Familia y Servicios Sociales. Gobierno de La Rioja, 2005) se propone la siguiente actividad titulada ¡Querer es poder! (pág. 88)
El alumnado se distribuye por grupos de 4 personas y la profesora o profesor dice:”a cada uno de los grupos le va a tocar pensar en un juego específico. Además en cada uno de los grupos vamos a tener una persona diferente. Cuando sepamos que juego nos toca y cuál es la diferencia de la persona de nuestro grupo, comenzaremos a pensar cómo podríamos jugar en el grupo a ese juego, de forma que la persona diferente también pueda participar y su colaboración nos sea útil”
A cada grupo se le asigna una consigna de cada una de las siguientes columnas y se le pide que piense en alternativas o variantes del juego que permitan integrar a la persona con diferencia o con incapacidad.
JUEGOS |
PERSONAS |
Comba |
Con un brazo escayolado |
Se distribuyen por el espacio y prueban en el grupo las adaptaciones propuestas, haciendo que una de las personas del mismo simule padecer la diferencia asignada. Mientras juegan se toparán con algunas dificultades añadidas que no habían contemplado previamente; una vez resueltas estas dificultades, se les permitirá que disfruten del juego durante algunos minutos.
Concluida la fase de puesta en práctica, se reúne el grupo completo y se comentan las dificultades y las soluciones halladas, la satisfacción derivada del juego en grupo, etc. La profesora o profesor valora y refuerza positivamente la cooperación existente en el grupo para la búsqueda de soluciones en beneficio de todos y todas.