La coeducación&: Dos sexos en un solo mundo

MÓDULO 4: EL AMOR Y LA SEXUALIDAD

LA ATRACCIÓN SEXUAL

La atracción, como ya sabes, va más allá de la simple curiosidad. La atracción sexual tiene que ver con el deseo de estar muy cerca de otra persona, de tocarla, de sentir su piel. Tiene que ver también, sobre todo a partir de la adolescencia, con un temblor que se da en el propio cuerpo al percibir la presencia de otra persona. Es, por tanto, una apertura que nos lleva a querer intimar con alguien.

La atracción sexual puede darse entre personas del mismo sexo o de diferente sexo. Es una sensación que a veces se nos presenta de forma misteriosa sin que comprendamos bien de dónde viene. Sin embargo, la atracción sexual, aunque nos pueda resultar fascinante, es sólo eso, una atracción que puede ser o no la antesala de otras vivencias.

La atracción sexual puede tener significados muy diversos en función de las experiencias vividas

La atracción sexual puede tener significados muy diversos en función de  las experiencias vividas. Fuente: Banco de imágenes del CNICE

Pero, a menudo, se le da a esta experiencia significados diversos que la desbordan y que tienen que ver con mensajes que niñas y niños pueden ir interiorizando a lo largo de su vida. Para ilustrar esta reflexión, traemos aquí algunos ejemplos referidos a experiencias de chicos y chicas:

Hablar de la atracción con chicos y chicas es tener la garantía de tratar una cuestión que les resulta muy interesante. Es hablar de qué ocurre cuando dos miradas se encuentran, cuando a raíz de una conversación profunda el cuerpo tiembla o cuando una piel se roza con otra. Es hablar también de cuando a un chico le llama la atención los pechos de una chica y ella se siente intimidada por su mirada, etc.

Crear un espacio en el que sea posible escuchar y hablar sobre las diferentes sensaciones que la atracción hacia otros cuerpos suscita en cada ser humano y, por supuesto, también a ellas y a ellos, es crear la posibilidad de colocar esa atracción que sienten o que aún no sienten pero les llama atención en ‘su sitio’, o sea, que no les lleve a violentar ni violentarse, o a ejercer un papel que no se corresponde con lo que realmente son o desean, ni tampoco a desdibujar lo que sienten a través de una fantasía que les lleva a actuar por impulsos y no por lo que les dice sus deseos y necesidades concretos. 

Para saber más…  “Hay miradas y miradas” de Almudena Mateos Gil, Graciela Hernández Morales, Itxaso  Sasiaín Villanueva y Patricia Verdés Giménez.

Fuente: Guía para la prevención de la violencia hacia las mujeres. Revista coeducación. Noviembre 2006. Instituto Andaluz de la Mujer. Pág. 5 – 8.