LA PREVENCIÓN
Investiga… ¿Qué está en tu mano hacer para que las manifestaciones de violencia contra las mujeres dejen de darse en las relaciones que se establecen en el centro educativo en el que trabajas? ¿Qué puedes hacer para que la violencia contra las mujeres se convierta en algo que no quepa en la cabeza de ningún miembro de la comunidad educativa a la que perteneces?
Estas preguntas nos llevan a la búsqueda de prácticas que permitan crear un contexto educativo en el que:
- La raíz que da lugar a este tipo de situaciones deje de recibir alimento.
- Se dejen de usar eufemismos para nombrar estos hechos violentos.
- Se valoren las relaciones de y entre los sexos como algo valioso y, gracias a esa consideración, la gran mayoría de la comunidad educativa rechace cualquier tipo de violencia.
Esto supone incidir en la dinámica escolar, no sólo cuando se dan este tipo de episodios, sino antes de que sucedan. En contra de lo que a veces se piensa, esto aligera el trabajo del profesorado, ya que le permite dirigir su trabajo hacia donde quiere ir y crear un contexto en el que sea más fácil actuar ante este tipo de conductas con sentido y sin violencia. O sea, le permite dejar de actuar como apagafuegos para crear una dinámica en la que la mecha no tenga ocasión de ser prendida o, al menos, en la que el fuego pueda ser apagado con mayor facilidad.