La coeducación&: Dos sexos en un solo mundo

MÓDULO 6: PROYECTOS DE VIDA

LA PARTICIPACIÓN SOCIAL

Ya hemos visto en apartados anteriores que hombres y mujeres podemos tomar la decisión de crear mundo con nuestros trabajos cotidianos, sean o no remunerados. Implicar a nuestro alumnado en este tipo de decisiones  es también una tarea del colegio que pasa por mostrar y trabajar sobre cuestiones que ocurren en el centro, en el barrio, en el pueblo, o en el mundo para ser contenidas, tratadas, denunciadas o solucionadas y que requieren una disposición por el bien común y por tener en cuenta a las demás personas.

Para ello es imprescindible la participación social, aquella que se hace al lado de y con la mediación de otras personas con las que establecemos una relación. Implica saber que el mundo se construye de la mano, y que a pesar de que la historia está llena de personajes que con sus descubrimientos o aportaciones cambiaron el mundo, son los actos cotidianos que apenas tienen renombre los que realmente permiten los cambios. La participación social es también un trabajo útil y necesario que se puede realizar a través del múltiples vías que van desde cooperar con  una asociación hasta la colaboración en una propuesta del centro escolar.

Dentro del marco educativo ya hemos visto que son las mujeres, generalmente madres y profesoras, quienes en mayor medida se implican en este tipo de tareas a través, por ejemplo de su participación en las asociaciones de madres y padres o en la formación a través de cursos, seminarios o charlas.

Se trata de que nuestro alumnado “tome nota” de esta disponibilidad de muchas madres, pero también de cada vez más padres y de profesorado, y entiendan que son formas de hacer que ayudan a mirar alrededor y a proponer acciones para mejorar la convivencia en los entornos cotidianos. Observa los siguientes ejemplos:

Para saber más. Orientación educativa y prevención de la violencia: la diferencia sexual en la resolución de conflictos.

CIDE / Instituto de la Mujer, 2004. Pág. 97-104.

 

Muchas madres dedican tiempo y esfuerzo a participar en la vida de los centros educativos y contribuir así en la educación de sus hijos e hijas

Muchas madres dedican tiempo y esfuerzo a participar en la vida de los centros educativos y contribuir así en la educación de sus hijos e hijas.

Se trata de saberse parte del mundo e implicarse en el diálogo con otras personas sobre los asuntos que les interesen. Se trata de despertar en el alumnado un interés por entender y mejorar lo que ocurre en sus ámbitos cotidianos. Indudablemente, el grado de implicación y responsabilidad varía según la edad y si en infantil se trata de entender que cuidando los juguetes contribuimos a que todos los niños y niñas puedan jugar, al llegar a secundaria se tratará de entender la parte de responsabilidad que cada cual tiene, por ejemplo, en la limpieza y decoración del instituto

Trabajar sobre esto requiere incidir en aspectos diferentes para que la información llegue por igual a chicos y a chicas. Es posible que encontremos que a ellas les llegan con más facilidad los mensajes de participación social porque muchas tienen una referencia de solidaridad muy clara en sus propias madres a las que ven que consiguen sacar adelante numerosos asuntos de la vida cotidiana gracias a su propio trabajo y al respaldo de abuelas, vecinas, amigas, etc. Sería importante que los chicos también entiendan que muchos de los grandes cambios que mejoran nuestra vida se hacen también desde lo cotidiano y, aunque a veces requiere pensar cómo ayudar a cambiar otros países o situaciones, también supone pensar en la propia realidad, en los eventos que nos tocan a diario y practicar desde ahí la solidaridad que ayuda a sostener la vida.