1/ Conocemos la prensa
Historia
La prensa en España
Como en el resto de los países europeos, los inicios de la prensa en España están en el noticierismo manuscrito y las relaciones que aparecen en distintas ciudades con la imprenta y que hablaban sobre la Reconquista, el descubrimiento de América, actos religiosos y profanos, etc.
En 1697, la Gazeta de Madrid se convierte en el primer periódico semanal español. Tenía dos secciones: una internacional y otra con información nacional que incluía noticias de la Corte, el Rey, los nombramientos, etc. Muchas ciudades españolas editarían sus propias gacetas a imitación de la madrileña: Sevilla, Zaragoza, Valencia, etc.
A lo largo del siglo XVIII aparecen distintas publicaciones periódicas, algunas de carácter erudito o cultural, con contenidos enciclopédicos como el Diario de los Literatos de España.
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 Diario de los Literatos de España (1737) fue una publicación de carácter cultural y literario que duró hasta 1742. Luchó contra las ideas barrocas y defendió la obra de Feijoo y Luzán. Su propósito era "emitir un juicio ecuánime sobre todos los libros que se publiquen en España". Tenía 400 páginas, formato de libro, costaba de 4 a 5 reales y ponía en circulación una tirada de 1000 / 1500 ejemplares. Natalia Bernabeu. "Breve historia de la prensa". Proyecto Quadraquinta. www.quadraquinta.org  | 
        
Otras de carácter satírico, orígenes de lo que sería el periodismo crítico, cuyo mejor ejemplo es El Duende Crítico que se atrevió a cuestionar la política de la Corona Española hasta que desapareció al ser arrestado su redactor. El 1 de febrero de 1758 apareció el primer periódico diario de nuestra historia, el Diario de Madrid y de esta forma España se convirtió en uno de los primeros países europeos en disponer de un diario gracias al que se considera el primer periodista profesional español: Mariano Nipho. Un género importante lo constituyó la prensa económica, ya que las ideas ilustradas defendían las reformas en este campo. El Semanario Económico (1765 - 1766) fue una interesante publicación de este género que difundía los adelantos técnicos para la mejora de la industria y diversos textos económicos.
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 El Diario Noticioso, Curioso, Erudito, Comercial y Político (1758) fue la primera publicación de periodicidad diaria de nuestro país. Constaba de dos secciones, una de divulgación, que recogía artículos de opinión, a menudo traducciones francesas; y otra de información económica donde se anunciaban ventas, alquileres, ofertas, demandas, etc. Su fundador fue Francisco Mariano Nipho, hombre neoclásico, de saber enciclopédico, que llegó a publicar casi un centenar de obras, veinte de ellas de carácter periódico. Fue en 1788 cuando pasó a llamarse específicamente Diario de Madrid. Natalia Bernabeu. "Breve historia de la prensa". Proyecto Quadraquinta. www.quadraquinta.org  | 
        
A finales del siglo XVIII se editan periódicos en los que comienzan a introducirse en España las ideas ilustradas que habían aparecido en Francia. Destacan El Pensador y El Censor y en 1786 El correo de los ciegos ,que un año más tarde se convertiría en El Correo de Madrid.
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 Con El pensador, su creador, José Clavijo y Fajardo, inició un tipo de periodismo costumbrista con temas típicamente españoles, como las tertulias y refrescos, los cortejos, la superstición, y el comportamiento en las iglesias. Trató el tema de la educación tanto de las mujeres como de los hombres y de la función y el comportamiento del maestro. El Correo de Madrid recogía artículos de divulgación de la actualidad literaria, científica , técnica y económica. También abundaban artículos de crítica social y de costumbres. Publicaba una serie de "cartas y discursos" firmadas por "el militar ingenuo" (seudónimo de D. Manuel Aguirre, ilustrado, admirador de Rousseau); en ellas criticaba a las instituciones y denunciaba la injusticia, la desigualdad y la ignorancia. En sus páginas se publicaron por primera vez, de forma póstuma, las Cartas Marruecas de José Cadalso. Natalia Bernabeu. "Breve historia de la prensa". Proyecto Quadraquinta. www.quadraquinta.org  | 
        
Muchos de estos periódicos sufrirían la represión de los tribunales de la temida Inquisición a causa de sus críticas a la Iglesia o la Corona, y se llegarán a prohibir todas las publicaciones periódicas con excepción de la Gaceta de Madrid y el Diario de Madrid.
En cuanto a otras ciudades, las más activas fueron las del este y el sur de la península. Se comenzaron a editar el Diario de Barcelona (1792), el Diario histórico y político de Sevilla (1792), el Diario de Zaragoza, el Diario Pinciano de Valladolid y hasta dieciséis cabeceras distintas que se publicaban en Cádiz.
Con la invasión napoleónica (1808) y la consiguiente Guerra de la Independencia, la prensa española vivirá uno de sus periodos de mayor esplendor. Las Cortes de Cádiz establecen la libertad de imprenta eliminando cualquier censura previa, algo que confirmaría la Constitución de Cádiz de 1812. Supondría el nacimiento de la prensa política y aparecerían periódicos liberales como el Semanario Patriótico o El Robespierre Español, y serviles: El Censor general o El Sol de Cádiz.
A partir de ese momento, la historia de nuestro periodismo del siglo XIX e incluso de gran parte del siglo XX hasta la Guerra Civil estaría marcada por la prensa política o por lo que también se conoce como "periódicos de partido". Periódicos que buscaban la difusión de unas ideas políticas determinadas, generalmente de corta vida y escasa difusión por la escasez de recursos económicos. Con el regreso de Fernando VII se perseguirá todo lo relacionado con el liberalismo y estos periódicos quedarán prohibidos.
El pronunciamiento de Riego (1820) impondrá al 
        Rey el respeto a la libertad de imprenta por lo que renacerá la 
        prensa liberal. En los periódicos se identifican las distintas 
        corrientes internas del liberalismo español: los exaltados (El 
        Conservador, El Espectador, El Eco de Padilla), los moderados (El 
        Universal, El Imparcial) e incluso los "josefinos" o afrancesados. 
        También algunos periódicos liberales satíricos como 
        El Zurriago. Pero, gracias a los "Cien mil hijos de San Luis", 
        el Rey recupera su poder absolutista y vuelve a eliminar todos los periódicos 
        liberales aplicando una dura censura. En ese tiempo surge la prensa ultraabsolutista: 
        El Diario Realista, El defensor del Rey, etc.
        
        Según se acerca el fin del reinado de Fernando VII la censura se 
        va suavizando tímidamente. Es entonces cuando aparece una figura 
      enorme de nuestro periodismo: Mariano José de Larra. 
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 La actividad periodística 
        de Larra se desarrolla entre 1828 y 1837. Escribe en distintos 
        periódicos sus artículos, generalmente críticos, 
        acerca de la sociedad y las costumbres de los españoles, incluyendo 
        siempre que le era posible críticas al sistema político, 
        aguzando el ingenio para eludir la censura. A partir de 1834 utilizaría 
        su célebre seudónimo de Fígaro.  | 
        
Durante el Sexenio Revolucionario y la 
        I República (1868-1874) se recupera la total libertad de prensa. 
        Al igual que había sucedido en 1808, se produce una auténtica 
        explosión de periódicos de todas las tendencias políticas: 
        carlistas, alfonsinos, radicales, progresistas, constitucionalistas, republicanos... 
        En 1883, la Ley de imprenta establecida por el gobierno liberal de Sagasta 
        favorece también las publicaciones periódicas.
        
        Los periódicos anteriores a 1835 apenas incluían informaciones. 
        Trataban temas políticos o científicos. Solían tener 
        formato pequeño, estaban escritos en una columna y su aspecto era 
        bastante aburrido. Pero a partir de esta fecha surgen otros más 
        parecidos a los actuales. Desde 1868 siguen existiendo periódicos 
        de opinión, defensores de un partido o líder político, 
        pero se desarrolla una prensa informativa que es la que más éxito 
        tiene entre los lectores y la que alcanza mayores tiradas. El aspecto 
        externo de estos periódicos es más ameno. Su contenido ya 
        no se limita a temas políticos, sino que aparecen nuevas secciones 
        de crítica literaria, pasatiempos, anécdotas y humor. Dedican 
        más espacio a la publicidad e insertan folletines, (novelas por 
        capítulos) que gozaban de gran aceptación entre el público 
        lector.
        
        En las primeras décadas del siglo XIX la prensa sigue siendo un 
        producto para minorías ya que la mayoría de la población 
        era analfabeta. Las tiradas son muy pequeñas, nunca sobrepasan 
        los 1.500 ejemplares, pero tienen una amplia difusión debido a 
        la tradición de la lectura en voz alta , la existencia de gabinetes 
        de lectura y la costumbre de leer los diarios en los cafés, ateneos 
        y tertulias. En Madrid y en las capitales de provincias fue creándose 
        un público lector más amplio a medida que se extendió 
        la educación. A partir de 1868 se desarrolla la prensa femenina. 
        Tras el triunfo de la Gloriosa se abren escuelas para instruir 
        a las clases más bajas y aparecen los primeros periódicos 
        obreros.
España hasta 1975
En el último tercio del siglo XIX la prensa española experimenta un cambio trascendental: nace el periodismo informativo y se acaba el predominio existente desde el siglo XVIII de la prensa de opinión. Es el preludio de los periódicos actuales. Los periódicos de partido fueron desplazados por los de empresa o prensa industrial. Se empezó a buscar la rentabilidad económica y se alcanzaron tiradas importantes, consiguiendo ingresos con la venta de los ejemplares y con la publicidad.
Los primeros periódicos de estas características fueron Las Novedades, fundado por Ángel Fernández de los Ríos en 1850, que incluía esencialmente noticias divididas en secciones, y La Correspondencia de España que era una apuesta abiertamente informativa frente a la abundancia de periódicos políticos que en ese momento predominan en España. Comenzaba la "edad de oro del periodismo español". Surgen importantes periódicos como Las Provincias (Valencia, 1866), La Voz de Galicia (A Coruña, 1872), La Vanguardia (Barcelona, 1881), El Adelanto de Salamanca (1883); Heraldo de Aragón, etc. También aparecen revistas gráficas semanales con ilustraciones y fotografías, como La Ilustración española y americana, Blanco y Negro y Nuevo Mundo.
En la década de los 80 hay que destacar a los dos únicos periódicos españoles que imprimían en rotativa con papel continuo: El Imparcial, fundado en 1867 por Eduardo Gasset, y que alcanzó tiradas de 140.000 ejemplares, y El Liberal, que nació en 1879 fruto de una escisión en la redacción del primero.
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 El Imparcial (1867) publicó un suplemento literario, Los Lunes del Imparcial 
        desde 1879 hasta 1906, bajo la dirección de Ortega Munilla con 
        las obras de los autores más importantes de la época : Zorrilla, 
        Valera, Campoamor, Pardo Bazán, Rubén Darío... Los 
        lunes del Imparcial "lanzó al estrellato" a los autores 
        más importantes de la generación del 98 : Unamuno, Azorín, 
        Baroja, Valle Inclán...  | 
        
En 1890 aparece el Heraldo de Madrid y en 1905 
        ABC, diario de ideología monárquica y conservadora, 
        novedoso por la abundante información gráfica y por el moderno 
        formato. En 1906 El Liberal, El Imparcial y El Heraldo 
        de Madrid se asocian para aumentar su dominio, aunque son acusados 
        por sus competidores de monopolio, y en 1917 nace un periódico 
        que causaría sensación por su calidad: El Sol.
        
        Otros periódicos importantes de esos años fueron: El 
        Debate, La Voz, La Libertad e Informaciones.
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 El Debate se consideró un defensor de ideas católicas, se creó 
        en 1910 y duró hasta el comienzo de la guerra. Era un periódico 
        de calidad con preocupaciones políticas, religiosas y culturales. 
        En su seno nació la primera escuela de periodismo.   | 
        
En general, son periódicos de empresa, que buscan ante todo la rentabilidad económica y que utilizan la publicidad como principal medio de financiación. Estos diarios tienen las mismas cualidades y objetivos que la prensa de masas pero no alcanzaron las grandes tiradas que caracterizó a los diarios extranjeros, debido a la inexistencia de un amplio público lector : España era todavía un país escasamente urbanizado, con elevados índices de analfabetismo.
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 El Sol fue 
        fundado en 1917 por Nicolás María de Urgoiti. Ortega y Gasset 
        actuaba como principal inspirador intelectual y en él colaboraron, 
        entre otros, Mariano de Cavia y Salvador Madariaga. El Sol quería 
        renovar la situación política y social del país. 
        Tenía doce páginas (frente a las ocho de la mayor parte 
        de sus competidores) con abundante información local, cultural 
        e internacional, incluía también suplementos semanales.   | 
        
Pero desde 1910 nuestros periódicos están preparados para convertirse en periódicos de masas: en los textos utilizan ya un lenguaje menos envarado y más ágil y se detecta cierta renovación léxica y estilística; la diagramación es más atractiva y aparecen fotografías; sus contenidos reflejan los gustos de la cultura de masas: entretenimientos públicos (fútbol, toros, teatro...), actos políticos, referencias a otros medios (prensa y cine), sección de cartelera, etc. Aparecen también páginas especiales o suplementos de economía, espectáculos, arte, deporte, agricultura, mujer y niños. Por otra parte, el impacto de la guerra europea potenció el interés por los temas extranjeros
En 1923 llegó la dictadura de Primo de 
        Rivera, gran retroceso para la prensa al establecer la censura previa 
        y, en 1931, la II República, bien vista en principio 
        (excepto por ABC, monárquico) y muy criticada después. 
        Surge una dura prensa opositora tanto a la derecha como a la izquierda. 
        Son tiempos de movilización política y, de nuevo, de periódicos 
        de partido: carlistas, monárquicos, integristas, fascistas, anarquistas 
        y comunistas. Todos de limitada difusión pero que acentuaban la 
        inestabilidad del sistema político. En Cataluña y en el 
        País Vasco surge una importante prensa nacionalista: Euskadi 
        (Bilbao), El Día de San Sebastián, L`Opinió, 
        L` Humanitat, etc.
        
        En 1936 estalló la Guerra Civil y la información 
        desapareció en las dos zonas combatientes para convertirse en descarada 
        propaganda. En la zona republicana, los periódicos de derechas 
        fueron confiscados y puestos al servicio del bando republicano. Del mismo 
        modo procedió el bando que se había sublevado contra la 
        República con los de izquierdas. La Iglesia puso toda su organización 
        al servicio de la propaganda franquista y la Falange llegaría a 
        contar con distintas publicaciones. Lo fundamental era levantar el ánimo 
        de los combatientes e intimidar al enemigo. Para ello surgen los periódicos 
        de campaña y los de las unidades militares. También se procuró 
        influir en los distintos corresponsales extranjeros para que la prensa 
        internacional apoyase a uno u otro bando en cuestión.
        
        Tras la Guerra Civil vinieron los 40 años de dictadura militar 
        del general Franco que mantendría como una obsesión 
        constante el control de la prensa y de los demás medios de comunicación, 
        aunque se pueden distinguir dos períodos: 
- 1939-1966: La censura 
          previa se aplica con extremo rigor. Se eliminan todos los medios de 
          comunicación que habían estado vinculados a la República, 
          se introducen en los textos consignas propagandísticas y se designa 
          a los directores de todos los periódicos. La prensa se hace monótona, 
          sin margen para la mínima crítica. Hay tres tipos de periódicos: 
          los de propiedad privada (como ABC, La Vanguardia, La 
          Voz de Galicia, etc.), los de la Iglesia (Ya) y los del "movimiento" 
          (Arriba). También hay que recordar al diario Pueblo, 
          propiedad de los sindicatos verticales y escuela de muchos de los periodistas 
          que iban a protagonizar la renovación de la prensa durante la 
          transición.
 - 1966-1975: El segundo período comienza en 1966 con la aprobación de la llamada "Ley Fraga" que supuso un punto de inflexión con una relativa apertura del sistema informativo: se comenzó a publicar información antes impensable (Diario Madrid) y la prensa oficial fue perdiendo mucho terreno. Aparecen revistas mensuales y semanales que tenían menor vigilancia que los diarios y fueron decisivas para difundir ideas acerca de la necesaria salida de la dictadura: Cuadernos para el Diálogo, Triunfo, Destino o Cambio 16. También proliferaron las revistas del corazón: Hola, Diez Minutos, Lecturas, Semana... y alcanzó importante éxito el semanario de sucesos El Caso. Los periódicos deportivos más leídos eran As y Marca.
 
España democrática
Tras la Guerra Civil, España tendría que esperar casi 40 años, hasta 1975, para recuperar un sistema democrático y dejar de sufrir el control constante sobre la prensa y los demás medios de comunicación, aunque se puede hablar de algún que otro tímido avance durante esos años.
Un ejemplo de esos intentos de adaptación a los tiempos fue la famosa "Ley Fraga", aprobada en el año 1966. Una Ley de Prensa, cuyo artífice fue Manuel Fraga Iribarne, que supuso una relativa apertura del sistema informativo, de forma que los periódicos y la prensa en general comenzaron a tratar temas algo más variados y con una mentalidad un poco más moderna, aunque seguía siendo muy importante el control del régimen.
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 La "Ley Fraga" ayudó a la prensa de propiedad privada a alcanzar mayor protagonismo e ir desplazando , poco a poco, a los periódicos de la Iglesia y del "movimiento", pero no fue la solución definitiva: El Diario Madrid trató de aprovecharse de las posibilidades de libertad informativa que propició la ley por lo que fue cerrado en 1971.  | 
        
La llegada de la democracia y la Constitución de 1978 (Art. 20) supusieron una verdadera revolución en los medios de comunicación españoles. Los periódicos experimentaron importantes cambios de propiedad, gozaron de la libertad de expresión y sufrieron una profunda renovación tecnológica.
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 1. Se reconocen y protegen los derechos : 
 2. El ejercicio de estos derechos no puede 
              restringirse mediante ningún tipo de censura previa.  | 
        
En 1976 aparecieron dos diarios que revitalizaron 
        el panorama periodístico español: El País y 
         Diario 16.
        
        El País era un proyecto periodístico que venía 
        preparándose con esmero desde años antes de la muerte de 
        Franco. Inspirado por el hijo de Ortega y Gasset, José Ortega Spotorno, 
        dirigido por Juan Luis Cebrián, y respaldado por un fuerte grupo 
        financiero. El periódico planteaba como objetivo la construcción 
        de una democracia plena con una profunda renovación de la sociedad 
        española. Su éxito fue rotundo y conseguiría alcanzar 
        el liderazgo de ventas de los periódicos de información 
        general hasta la actualidad.
        
        Por su parte, Diario 16 surgió con una firme voluntad de 
        defender con vigor el sistema democrático y realizar un periodismo 
        trepidante y de calidad. Junto a Cambio 16 permitiría la 
        constitución de otra fuerte empresa: Grupo 16 que controlaba distintas 
        publicaciones y fue muy importante hasta su declive en los años 
        90. Muchos autores identifican a Diario 16 como el periódico de 
        la transición por excelencia.
En cuanto a los periódicos que provenían 
        de la etapa franquista, se encontraban con dificultades para poder adaptarse 
        a los nuevos tiempos. Todos los pertenecientes a la prensa del movimiento: 
        Informaciones, Pueblo, El Alcázar o Arriba 
        acabarían desapareciendo de los kioscos españoles en pocos 
        años. Tan solo algunos periódicos regionales y locales que 
        también provenían del Movimiento consiguieron sobrevivir 
        gracias a que pasaron a manos privadas y fueron completamente renovados.
        
        Con la democracia se potencian las publicaciones económicas, Cinco 
        días y Expansión, ganan lectores las revistas 
        del corazón y aparecen algunas revistas de carácter erótico-satírico 
        como Sal y Pimienta o El Jueves. También aparecen 
        nuevas revistas semanales de información general, dos con mucho 
        éxito: Interviú, nacida en 1976 y Tiempo en 
        1982.
Los históricos ABC y Ya consiguieron adaptarse a los nuevos tiempos, aunque al final sólo sobrevivió ABC, que tuvo que superar importantes dificultades. Bajo la dirección de Luis María Ansón, actual director y fundador del diario La Razón, se convierte en uno de los periódicos más vendidos del país y en el testigo de toda la historia de nuestro siglo XX. Ya desapareció en 1993.
En los 80 se refuerza la prensa regional con nuevos periódicos y la consolidación de otros veteranos. El Correo (del Grupo Correo, actualmente el más poderoso en la prensa local y autonómica), El Periódico de Catalunya (del Grupo Z), La Vanguardia, La Voz de Galicia y El Heraldo de Aragón son los que alcanzan las mayores tiradas. Distintas empresas extranjeras comienzan a comprar periódicos y revistas españolas y empiezan a editarse periódicos gratuitos financiados exclusivamente con la publicidad (Menos 20, Gaceta Universitaria, Diario Médico, etc).
En 1989 el director de Diario 16 -Pedro J. Ramírez- junto a un grupo de sus redactores y con el apoyo de distintos financieros, decide lanzar un nuevo periódico: El Mundo del siglo XX. Un diario cuidado al máximo en su diseño que practicaría un periodismo de investigación y de denuncia. Ha conseguido ser el segundo periódico de información general de mayor difusión, por detrás de El País.
Según la profesora Concha Edo, la prensa española en los primeros años de la década de los 90 presenta una serie de carácterísticas entre las que destacan la mejora de los contenidos informativos, magnificada por las ofertas de fin de semana, la llegada de capital extranjero en porcentajes importantes, cierto auge de la prensa regional y la tendencia a la concentración empresarial, junto a la solidez de las empresas informativas.
Casi una década después, en 1998 nace el periódico La Razón, fundado por Luis María Ansón y perteneciente al Grupo Planeta. Rivaliza con El Mundo y el Abc como periódico referente de la derecha española en general y del sector monárquico en particular. Es uno de los principales diarios españoles con una tirada alrededor de los 200.000 ejemplares. Son características sus portadas llamativas y sensacionalistas, cubriendo en muchas ocasiones toda la portada con una o dos noticias, cuyos titulares y fotografías despuntan así entre los demás periódicos.
En 2007 se lanza el nuevo periódico Público, editado por Mediapro y dirigido por Ignacio Escolar. Se dirige a un público joven y se autodefine como “progresista, de izquierdas y popular”. Para captar lectores sale a la mitad de precio que el resto de periódicos y con una redacción de 130 periodistas, delegaciones en toda España y versión digital.

 
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